San Andrés de Teixido
«A San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo». Con este explícito refrán popular queda claro que la peregrinación a San Andrés de Teixido es de obligado cumplimiento por lo menos una vez en la vida. En Galicia, por lo menos en el noroeste, es tan importante ir a San Andrés como a Santiago. A San Andrés de lonxe se iba a pié aún en la años 60, por lo menos en el último tramo porque los coches no llegaban a aquella aldea colgada en medio del acantilado. San Andrés es un lugar mágico donde los haya, bebr en su fuente por los tres caños es un ritual de fertilidad, coger un pedacito de hierba de enamorar para meterla en el bolsillo de la persona amada sin que se dé cuenta y hacer que caiga rendida por nosotros.
El enclave natural es espectacular, en la Serra da Capelada, no muy lejos de San Andrés está la Garita de Herbeira , (curiosa su construcción de piedra, incluida la cubierta en forma de bóveda), punto más alto y vigía de la sierra, 613 m de altitud y un 80% de pendiente, de puro acantilado y al frente el Atlántico inmenso. Los cuartos acantilados más altos de Europa, comparables a los fiordos.
Antes de enfilar el camino de San Andrés habremos pasado por Cedeira, hermoso pueblo con una estupenda playa, donde se puede parar a comer muy bien. A partir de Cedeira cogemos la carretera de la costa para atravesar la serra da Capelada, y del otro lado nos espera Cariño, imposible no hacer una parada en un pueblo con ese nombre, pueblo marinero, famoso por sus percebes, como toda la zona, y con varias playas de singular belleza como la de Fornos o la de Figueiras.